lunes, 19 de mayo de 2014

De veranos

... y porqué odio esa estación del año.
Cada vez que se acerca esa temporada mi odio interno florece y fructifica y vuelve a florecer y fructificar. Bue... No me gusta el verano por muchas cuestiones. Tanto personales físicas, psíquicas, como de veranos pasados... y de los presentes también.
De chico pasaba mis veranos yendo en contra de mi voluntad al taller con mi papá. Pintaba, desarmaba carburadores, barría, iba a comprar repuestos.
Creo que cuando era apenas un nene de 6 o 7 años no me importaba tanto, pero al crecer cada vez odiaba más ir al taller. Ese odio se basa tanto en el hecho de que no quería ir, quería quedarme en casa a dormir un poco más y hacer cosas de chicos por la tarde  (aunque no tenía amigos en el barrio -apenas había niños y eran de "otra clase social"-), como en el hecho de no recibir nada a cambio de pasar el día ahí, y en el hecho de lo que los autos de carrera que preparaba mi papá significaban en nuestra relación, ahora casi nula.
A veces estaba mi cuñado. Un verano hicimos un galponcito juntos. Una vez me dijo que mi papá me llevaba para pasar tiempo conmigo, yo hubiese preferido otros lugares para eso.
Hubo veranos en que iba al taller a la mañana y al club a la tarde, con algunas manchas de pintura. En el club quedaba raro, entre tanto cheto alguien con manchas de pintura que había olvidado o no salían.
Uno de los últimos veranos en el taller me dejó una de las cosas más importantes en mi vida, mi perra. Ella apareció a la vuelta del taller, desnutrida. Mejoró y se convirtió en mi compañera. Todavía la extraño.
Siempre fui vergonzoso. Nunca me gustó andar en cuero. Con el tiempo me volví más vergonzoso, sobre todo con respecto a mi aspecto físico, y dejé de ir a piletas, de meterme en la pelopincho, de sacarme la remera. Odio el calor. Odié que me llamaran vampiro cuando no quise ir a una quinta a pasar el día en pileta. No. Odio ser así,más en verano.
Odio el verano.
Odio quedarme solo todos los veranos. Cada vez que se acercan las vacaciones la mayoría de las personas con quien paso el año (aunque no soy tan frecuentado ni frecuentador) huyen hacia sus ciudades, se van de vacaciones, viajan con amigos, viajan con novias. Yo me quedo aquí, en el mismo lugar de todo el año, tratando de soportar un verano más en soledad.

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